En las dos versiones que hace Juan Carlos Montagna del Fausto de Goethe, se busca profundizar en la cara humanista de ambos personajes. También en la parte luminosa y en la parte oscura que dramáticamente conviven al interior del ser humano.
No sólo nos enfrentaremos al intenso recorrido de una vida condenada al dolor, a través del personaje de Fausto en la primera versión de la obra, sino que también nos internaremos en el mundo espiritual de Mephisto en el segundo espectáculo: siendo testigos del padecimiento de un ser que se desvive como la sombra de la humanidad.
Trabajada desde un teatro psicofísico basado en las energías, la organicidad y la dimensión ritual del actor, es el método desarrollado por Juan Carlos desde hace veinte años con su Cia Interno y que hoy enseña en la Escuela de Teatro de la Universidad Católica. Ambas obras proponen volver la mirada hacia el actor como el gran portador del relato teatral.
Los actores se extreman en escena llegando a traspasar los límites de la representación para alcanzar dimensiones expresivas donde se deben lograr umbrales de energía que van más allá de lo habitual en el Teatro, pudiendo instalar tanto en sus cuerpos como en la sensibilidad del espectador incluso el misterio y la magia. Se plantea una radicalidad absoluta del cuerpo en escena en diferentes niveles performativos, donde no existe escenografía y sí un espacio absolutamente despojado donde la intensidad actoral se proyecta a los espectadores que están incluidos en este espacio escénico.
Así, se invita al espectador a formar parte de una experiencia más allá de una representación de teatro: participar de un ceremonial donde es imposible permanecer indiferente sin involucrarse. Esto también ha ocurrido en trabajos anteriores del director, en especial Sexo, estrenada en el festival Escena Contemporánea Madrid 2003 y luego mostrada en Chile en Matucana 100, causando un gran impacto por el modo como se abordó la sexualidad y el haber tenido una duración de veintisiete horas de trabajo ininterrumpido en escena.
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